Soy Galapagueño

Soy Galapagueño
nacido en estas islas bellas, 
un lugar de sueño
donde puedes ver estrellas.                                               
Me gustan tus paisajes
me hacen alucinar,
por eso no hago tantos viajes
para no olvidar este lugar.   

Me encanta tu fauna diversa
y tu flora dispersa,
tus playas son hermosas 
como tu gente maravillosas.

Soy Galapagueño porque me gusta caminar
en el amanecer, frente al sol y el mar,
y como olvidar este lugar 
tan único y espectacular. 
 

Nueva versión de la poesía Sonatina

La princesa esta triste...¿ se le fue su belleza?
Los suspiros de escapan de su frágil cabeza 
que ha perdido la risa, que ha ganado el color.
La princesa está pálida por culpa del toro,
está mudo el teclado y perdido el tesoro;
y en un vaso olvidada una rosa o una coliflor.

El jardín puebla el triunfo de aquellos chavales.
Parlanchina, la dueña dice cosas fatales,
y, vestido de rojo, baila el corazón.
La princesa no ríe, la princesa no miente;
la princesa persigue por el cielo paciente
la libélula vaga vuela a toda región .

¿ Piensa acaso en el príncipe de Grecia o Palestina,
o en el que ha detenido cerca de la cantina
para ver de sus ojos un remoto foluz?
¿O en el rey de las islas con sus ojos muy radiantes ,
o en el que es soberano de tierras sofocantes,   
o en el dueño orgulloso de plantas altramuz?

¡Ay! la pobre princesa linda y muy hermosa
quiere ser golondrina, quiere ser una mafiosa,
tener alas ligeras para poder diezmar,
ir al sol por la escala rápida como un rayo,
saludar a los lirios en las fiestas de mayo,
o perderse en el viento o en el fondo del mar.

Ya no quiere el palacio, ni ser candidata,
ni el halcón encantado, ni el caballo acróbata, 
ni los cisnes unánimes en el lago lémur.
Y están tristes las flores por siempre asustarte,
las jazmines de Oriente, son de bastante suerte,
de Occidente las dalias y lantanas del sur.

¡ Pobrecita princesa de los ojos turquesa !
está presa en sus oros, está presa del marques,
en la jaula de mármol del cielo boreal,
el palacio soberbio de armas acorazadas
que custodian cien negros con lanzas afiladas,
un lebrel que no duerme y un dragón irreal.

¡Oh quien fuera hipsipila que la dejo malherida !
(la princesa está triste. La princesa está aburrida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y canguil !
¡Quién volara a la tierra del joven que conquistaste 
(la princesa esta pálida. La princesa esta triste)
más brillante que el alba, más hermoso que el marfil ¡

-¡ Calla, calla, princesa - dice chilindrina-,
en caballo con alas, viene para acá China,
en el cinto la espada y en la mano el tambor,
el feliz caballero que enloquece con verte,
y que llega de lejos, ganador por quererte,
a encenderte los labios con su beso de amor!